Rayuela

Y debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera, no lo conseguiría. Que me encanta mirarte y que te hago mío con solo verte de lejos. Que adoro tus lunares y tu pecho me parece el paraíso. Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. Pero te quise, y que te quiero, aunque estemos destinados a no ser.

Rayuela

Ni a vos te tengo ya porque estaba bien decidido que tenía que perderte (ni siquiera perderte, antes hubiera tenido que ganarte).

Rayuela

Nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo esta perdido y que hay que empezar de nuevo.

Graffiti

Una sola vez escribiste una frase, con tiza negra: "A mi también me duele." No duró dos horas, y esta vez la policía en persona la hizo desaparecer. Después solamente seguiste haciendo dibujos.

Usted es tan pesimista, o en su defecto, tan existencialista como cualquiera. Sin embargo, también se ha enamorado. 

Como cualquier idiota.

Grey's Anatomy

Si pudieras retroceder en el tiempo, ¿dónde irías? A los momentos en que fuiste realmente feliz o a aquellos que desearías cambiar?

El mar que nos trajo

Cuando la abrazó dijo, sin darse cuenta de que repetía un pensamiento que no había conocido de alguien amado: -La vida pasa. -Y con desesperación agregó: -Nos quita todo.

17 again

Cuando conozcas a una mujer hermosa, recuerda que siempre hay alguien que está cansado de perseguirla.

17 again

Scarlett: Antes de que sigas con esto, quiero recordarte el 7 de septiembre de 1988. Fue la primera vez que te vi, estabas leyendo y usabas una camiseta de guns and roses. Jamás vi nada tan perfecto, recuerdo haber pensado que debías ser mía o moriría. Luego susurraste que me amabas, en el baile escolar. 
Y sentí tanta paz y seguridad, porque sabía que sin importar lo que pasara a partir de ese día, nada podría jamás ser tan malo porque te tenía. Y entonces maduré, y perdí mi camino. Y te culpé por mis fallas. Y sé que crees que tienes que hacer esto hoy, no quiero que lo hagas. 
Pero creo que si te amo, tengo que dejarte partir.

Los detectives salvajes

Ella me devolvió la mirada. Tenía los ojos duros y planos. Y una característica que la distinguía de entre todos los seres humanos que yo hasta entonces conocía: miraba siempre (en cualquier lugar, en cualquier situación, pasara lo que pasara) a los ojos. La mirada de Brígida, decidí entonces, podía ser insoportable.