-Es todo, se acabó.
Me doy por vencido.
-Pero no vas a rendirte.
-Si fuera por estar juntos, estaríamos juntos.
Estaba pensando en la primera vez que fuimos a un restaurante griego.
Había una manta gigante que decían que servía sopa.
Yo estaba hablando durando mucho tiempo sobre los obstáculos que el dueño tuvo que superar
para hacer su sueño realidad de servir sopa.
Cuando terminé, se quedó sin decir nada durante unos segundos.
Ella solo exhaló.
De ella salió un "Te amo".
Me quede estático.
Fue la primera vez que lo dijo. No quería contestar sólo escuchar.
Esto sucedió dos semanas después de conocernos.
Y, luego hasta dos semanas antes de lo sucedido.
-Ella no me ama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario